Dos semanas decisivas

Dos semanas decisivas

1. Introducción

A 12 días para la segunda vuelta electoral, y según los últimos sondeos de opinión divulgados lasemana pasada, la campaña electoral de Keiko Fujimori (Fuerza Popular) habría perdido el fuelleque empujaba su candidatura. La locomotora fujimorista se encontraría, como dicen en Argenti-na, sin nafta. No obstante, como bien sabemos por procesos anteriores, las últimas dos semanasson las decisivas en toda segunda vuelta: conforme se acerca el día clave, las decisiones tomanun cariz más importante y no son pocos quienes se despabilan a favor del “mal menor”.

El viernes, para comenzar, Datum publicó en “Perú 21” los resultados de su simulacro de votacióna nivel nacional que le otorgan el 45,5% de los sufragios emitidos a Pedro Castillo (Perú Libre) y el40,1% a Fujimori. La misma encuestadora, recordemos, les otorgaba a ambos candidatos el 44,4%y el 40,8% de los sufragios, respectivamente, el pasado 14 de mayo. Un dato para tomar en cuen-ta es que el voto en blanco crece, pasando del 8,1% al 9,1% entre las dos mediciones, mientras el viciado cae, desde el 7% al 5,3%.

Hace dos noches, por su parte, Ipsos difundió en América TV los resultados de su simulacro de votación que le otorgan a Castillo el 45% de los sufragios emitidos, mientras Fujimori recibe el 40,7%. El demoscópico les otorgaba a ambos el 43,6% y el 41,7%, respectivamente, el pasado 14 de mayo.

Es cierto que la pérdida de puntos de Fujimori, en ambos simulacros, se encuentra dentro del margen de error. Es cierto, también, que si considerásemos esto último (el margen de error) po- dríamos estar bordeando un empate técnico, lo que llevaría a pensar que las preferencias no se han movido mucho en los últimos siete días. Esta circunstancia, que podría resultar llamativa en cualquier momento de la campaña, se torna peligrosísima si consideramos que, a diferencia de la semana pasada, el tiempo se ha acortado y solo restan 12 días para los comicios, por lo que todas las alarmas deberían de prenderse en la tienda fujimorista

Un dato crucial que nos deja la medición de Ipsos-América TV del domingo es que Perú Libre estaría ganándole a Fuerza Popular en el norte (44,8% a 39,9%). Para Fujimori, esta situación de- bería de ser en extremo preocupante, no solo porque implica una vuelta en el marcador de hace una semana (cuando ella encabezaba las mediciones en esta parte del país con un 41,1% frente al 39,8% que recibía Castillo), sino porque, como advertimos ya desde nuestro Reporte 01, es crucial que ella se imponga en el norte (donde se concentra la mayor parte del electorado perua- no después de Lima) si quiere llegar con chances al 6 de junio.

Por otro lado, mientras se mueven las agujas de las preferencias políticas, las de los indicadores económicos siguen su propio cauce. Según informó el diario “Gestión” ayer, durante el mes de abril, alrededor de 7.900 inversionistas dejaron los fondos mutuos (por un valor de S/3.100 mi- llones) y “migraron a depósitos en el extranjero” por la incertidumbre que genera el proceso electoral. Una inquietud que también se ve reflejada en las fluctuaciones que ha exhibido el tipo de cambio desde la primera vuelta.

2. Técnicamente hablando

Además del simulacro de Ipsos-América TV, en la noche del domingo también se celebró el debate entre los equipos técnicos de ambos partidos. Por el lado de Perú Libre, se presentaron la candidata a la vicepresidencia, Dina Boluarte (Reforma del Estado), los excongresistas Juan Pari (Economía) y Hernando Cevallos (Salud), el exfiscal Avelino Guillén (Seguridad), y los eco- nomistas Andrés Alencastre (Infraestructura) y Celeste Rosas (Medio Ambiente). Mientras que, por el lado de Fuerza Popular, hicieron lo propio la candidata a la vicepresidencia, Patricia Juárez (Reforma del Estado), los exministros Luis Carranza (Economía), Fernando Rospigliosi (Seguridad) y Carlos Bruce (Infraestructura), el médico José Recoba (Salud) y el economista Nano Guerra García (Medio Ambiente).

En resumen, con la salvedad de la ponencia de Juárez en el primer bloque, los cuadros de Fuerza Popular se mostraron mucho más sólidos y propositivos que sus contendores de turno. En el caso del versus entre Carranza y Pari, la diferencia entre ambos fue notable (en ningún otro choque de la noche se percibió que existía una distancia tan abisal entre los ponentes). Para ser honestos, cuesta restarle gravedad a la presentación de Pari. Luego de los estragos que el COVID-19 viene dejando y dejará en la economía peruana, el hecho de que Perú Libre haya presentado a un expositor incapaz de articular propuestas concretas y viables en el cam- po económico no califica solo como un desliz, sino que resulta hasta ofensivo. Si el voto fuese 100% racional (algo que, como mencionamos en nuestro Reporte 05, no ocurre), los perua- nos respaldaríamos casi por unanimidad la propuesta de Carranza, frente al galimatías que nos presentó Pari.

En el plano técnico (que era a lo que, supuestamente, debíamos estar atentos en la noche del domingo), los voceros de Perú Libre estuvieron bastante flojos. Incluso en ponencias como la de Avelino Guillén, quizá la figura más técnica en la materia para la que se lo convocó (Seguri- dad), las mejores intervenciones fueron las que se dieron en el plano político, cuando aprove- charon los minutos que les otorgaba el formato para rascar sobre el legado fujimorista. Mención aparte merece la participación de Celeste Rosas hacia el final del debate, que fue sencillamen- te desconcertante, tanto en el fondo como en la forma.

En Fuerza Popular, como mencionamos, la presentación de Juárez fue la más endeble. Esto, sin embargo, no porque el partido carezca de propuestas en lo que respecta a la reforma del Esta- do, sino porque Juárez no supo cómo comunicarlas y se la vio, por momentos, como una voce- ra dubitativa e inconexa.

Lo que sí quedó claro fue que quienes desempeñaron un cargo con alta carga política en el pasado, como los excongresistas o exministros, fueron los que mejor se desenvolvieron retóri- camente (aunque a veces no dijesen nada sustancioso). Ese fue el caso, por ejemplo, de Bruce, Rospigliosi y Cevallos.'

Finalmente, es necesario mencionar que en la semana que pasó Perú Libre difundió una especie de programa para los primeros 100 días de un eventual Gobierno suyo. Si bien es cierto, es cuan- do menos saludable que hayan incluido la gestión de la pandemia en dicho documento (más aun cuando en el plan original presentado ante el Jurado Nacional de Elecciones, como advertimos en nuestro Reporte 02, no había mención alguna al COVID-19), la viabilidad –y en ocasiones, necesidad– de sus propuestas no dejan de ser cuestionables. Se habla, por ejemplo, de crear un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (algo difícil de poner en operaciones en 100 días) o de conformar “5 mil equipos de Salud de familia”, conformado cada uno por “un mínimo de tres personas”, que tratarán a los enfermos de coronavirus menos graves a domicilio.

En materia económica, por otro lado, el programa repite ideas ya aireadas anteriormente, como la de frenar “la competencia desleal de importaciones que afectan a la industria nacional y al campesinado”, establecer un “nuevo impuesto a las sobre ganancias” o renegociar los “con- tratos de estabilidad tributaria con las grandes empresas”. Al final, asimismo, se vuelve a incidir en la necesidad de convocar a una asamblea constituyente...

3. El mantra de la "Nueva Constitución"

En efecto, una de las propuestas que no ha variado entre el plan de Cerrón y el que ofrece ahora Castillo para los primeros 100 días de un eventual Gobierno suyo es el de celebrar una asamblea constituyente que tenga como finalidad la redacción de una nueva Carta Magna. Desde ya, sin embargo, hay muchas razones para desconfiar de lo útil que sería esta medida.

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